miércoles, 5 de marzo de 2014

Seguidores, un concepto cada día más prostituido

Seguidor, follower, suscriptor, 'amigo', conexión, ..., son todos ellos conceptos muy similares que varían dependiendo del medio social del que estemos hablando, pero que en realidad todos ellos sirven para designar a una persona que, al menos en teoría, decide 'seguir' a otra, se supone que por estar interesada en los contenidos que puede llegar a generar. Ahora bien, desde un punto de vista más bien práctico, ha llegado un momento en el que se han extendido con tanta rapidez y se ha creado tanta confusión y ambigüedad alrededor de ellos, que llegan a perder su verdadero sentido, convirtiéndose a menudo en meras estrategias publicitarias que buscan la cantidad por encima de la calidad.


Digo bien, y estoy seguro que no te resultará del todo extraño; el eterno debate sobre la cantidad vs la calidad, en el que (en teoría) siempre gana la calidad, aunque no tenemos más que mirar a nuestro alrededor para encontrar abundante información que trata de convencernos y animarnos para implementar 'estrategias' que buscan aumentar lo más posible nuestros seguidores (al estilo de 'cómo doblar nuestros seguidores, y patrañas similares'), sin darse cuenta de que lo que realmente importa no es el número de personas que nos siguen, sino qué hacemos con aquellos que realmente están interesados en los contenidos que producimos.

Porque, tú que estás y (supuestamente) utilizas alguna de las redes sociales existentes, ¿cuántos seguidores tienes?, ¿cuántos crees que realmente están mínimamente interesados en ti?, ¿cuántos de ellos te siguen sinceramente, y no están interesados únicamente en que les 'devuelvas el favor' y les sigas a ellos?, ... 

Esos seguidores, que en condiciones 'normales' pudieran servir como medida razonable para valorar el 'éxito' de una marca personal, ha llegado un momento donde me da la impresión de que cada pierde mucho más sentido. Después de comprobar que nos saltamos unas mínimas reglas que contradicen el sentido común más elemental (¿tiene sentido seguir a 5.000 personas?, ¿no ves raro en Twitter cuando alguien -cosa tremendamente habitual- sigue (prácticamente) al mismo número de personas de las que le siguen a él?, ¿no te has fijado que existen personas que cada cierto tiempo ves como nuevos seguidores recurrentes, y que al final te das cuenta que lo único que tratan es de que les sigas a ellos?), veo que el concepto de follower cada día se está prostituyendo más.

De hecho, me resulta curioso que no sea habitual hacerse este tipo de preguntas, y sí en cambio asociar casi automáticamente un elevado número de seguidores con el 'éxito'. Da igual que no se tenga una estrategia clara para mantener ese número de followers, da igual que realmente no se sepa qué hacer para seguir produciendo contenidos para mantener esa base de 'usuarios satisfechos', da igual... Lo importante es tener cuantos más mejor...

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Hasta mañana.

Fuente imagen CC: Vasile Cotovanu


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