viernes, 22 de marzo de 2013

La inspiración no existe

La creación de contenidos es una pieza absolutamente clave en una estrategia de marca personal. Para ello, cada uno debe encontrar un método para generar ideas que le permitan desarrollar contenidos de forma habitual, mucho más allá de la mera 'inspiración', en la que por cierto no creo en absoluto.


Fuente CC: Anieto2k
Porque las ideas no surgen de la nada, no son fruto de la 'inspiración divina' ni nada por el estilo; al contrario, las ideas provienen del trabajo constante y, especialmente, porque se tiene un objetivo claro y definido, lo que hace que podamos centrar nuestra mente y energías en conseguirlo.

Lamentablemente las ideas no me asaltan, por lo que soy yo el que tiene que ir a por ellas. Están por todas partes, sólo tengo que estar atento, ser consciente de que se trata de una idea y que me puede ayudar en mi objetivo, y ser lo suficientemente rápido como para sintetizarla, ponerle un 'titular' y escribirla, para posteriormente desarrollarla.

Y para ello no hay nada mejor como el trabajo habitual para generar ideas. Una mente activa genera mayor actividad en forma de creatividad, puesto que trabaja en forma de asociaciones (¿has leído algo sobre mapas mentales?). Por tanto, después de una idea viene otra idea, y otra, y otra, ... Por tanto, el argumento de que 'es que no tengo nada que contar' es simplemente una resistencia a escribir, o simplemente la falta de un objetivo concreto y de la motivación correspondiente.

Déjame compartir contigo cuáles son mis principales fuentes de generación de ideas:

  • Escribir. El hacerlo habitualmente obliga a mi mente a, una vez generada la idea, esquematizarla y desarrollarla con una cierta profundidad. En este proceso surgen asociaciones de ideas y sobre todo lagunas en determinados puntos que desconozco, lo que me hace buscar información y generar a su vez nuevos contenidos.
  • Preguntar. Tengo un montón de preguntas en mi cabeza, de lo que veo, de lo que hablo con los demás, ..., y no hay nada mejor que hacerlas conscientes para centrar la idea y empezar a desarrollarla.
  • Leer. Esto es imprescindible. Ni tengo la 'verdad absoluta' ni sé de todo. Por tanto, qué mejor forma de aprender de los que saben. Y en este proceso siempre surgen nuevas ideas de las que me puedo nutrir y adaptarlas a mis propias vivencias, dándoles una perspectiva personal que incluso puede ser novedosa. Por ello, y ya habiendo eliminado casi al 100% los medios tradicionales (prensa) de mi forma de consumir contenidos, me centro en blogs de personas que sigo y libros afines con mi temática.
  • Redes sociales. Aquí siempre encuentro información valiosa de personas que de alguna forma me influencian. Para ello, es vital crearse una base lo más permanente de personas 'interesantes', para tratar de no volverse locos con tanta información, y saltar 'de flor en flor' malgastando nuestro precioso tiempo.
  • Observar el entorno. No hay nada mejor que mirar a nuestro alrededor, tratando de no aplicar prejuicios (difícil), para detectar multitud de cosas que nos originan preguntas, opiniones particulares, nuevos usos, soluciones a problemas, dudas, ...
  • Comentarios que me hacen. En ocasiones se trata de comentarios que considero de gran valor, y que a menudo me hacen reflexionar sobre cosas que no había tenido en cuenta. Aquí tengo dos fuentes principales en las que los lectores dejan su opinión sobre una entrada determinada: grupos de Linkedin en los que participo activamente, y blogs (tanto el mío como en los que colaboro).

En definitiva, no desprecio nada, por pequeño que sea; puede ser el germen de una idea que convertiré en contenido. Si lo deseas, puedes ver 'Cómo hago para escribir una entrada diaria'.


2 comentarios:

Suisa dijo...

Hola Miguel Angel,

Me ha gustado mucho el artículo. De acuerdo total contigo, el secreto está en estar siempre alerta y no esperar que "las ideas" lleguen, hay que ir a buscarlas.

Un abrazo,

Susana

Unknown dijo...

Gracias Susa, proactividad frente a reactividad... 8:)