domingo, 10 de noviembre de 2013

La tecnología social impulsa relaciones, no las crea

Los medios sociales están evolucionando gracias a la mejora continua de la tecnología social en la que se basan. A pesar de las ventajas indudables que nos proporciona en cuanto a acercamiento a personas, aún siento que su uso está basado más en la propia tecnología que en centrarnos en la generación de relaciones.

La tecnología como impulsor de relaciones sociales
Fuente CC: Biblioteca Facultad Derecho y Ciencias del Trabajo

Defiendo la tecnología social, ya que gracias a ella puedo usar los distintos medios sociales a mi alcance (blogs, redes sociales y profesionales, ...) para mejorar mis competencias y habilidades, y proyectar adecuadamente mi marca personal. Pero lo hago desde el sentido común, sin permitir que el exceso de aplicaciones y canales y, especialmente, el desconocimiento generalizado que veo sobre su correcta utilización, me hagan perder de vista que son 'simplemente' un (muy buen) medio para conseguir mis objetivos profesionales.

Porque son tantas las posibilidades que esa tecnología social nos posibilita, que reconozco que es muy fácil caer en sus 'redes', pensando que simplemente por estar en las redes sociales podemos llegar a ser algo que no somos en realidad. Caer en los despropósitos que veo a mi alrededor constantemente puede resultar muy fácil, si no avanzamos en un mayor conocimiento sobre su correcta utilización.

No olvidemos que las redes sociales son precisamente eso, sociales. La tecnología se convierte en un estupendo aliado que nos facilita acercarnos a personas que hasta hace no demasiados años era absolutamente impensable. Gracias a ella, podemos con un simple 'click' conectar con alguien en el que estemos interesados por cualquier motivo; y tras ello, es posible, en el mismo canal on-line, ir estrechando vínculos para crear auténticas relaciones con el tiempo.

Ahora bien, insisto en la idea de la tecnología como medio, y no como fin. ¿Cuántas veces hemos escuchado esa pregunta que nos hacen sobre cuántos contactos tenemos en una determinada red social?. Y, a pesar de que la calidad es un aspecto fundamental frente a la cantidad, nadie puede negar que una cantidad elevada puede confundirse con un nivel de influencia notable. La pregunta correcta sería, no cuántos seguidores has conseguido hacer mediante el uso de las tecnologías sociales, sino con cuántos has generado realmente auténticas relaciones. Porque soy consciente de que un contacto no es lo mismo que una relación.

Por tanto, la tecnología que deriva en redes sociales, no es nada en sí misma, en el sentido de que una mera utilización 'inconsciente' de sus funcionalidades no crea resultados de por sí. Ha sido creada por y para personas; por ello, detrás de cada aplicación desarrollada mediante una sucesión de ceros y unos, se esconde el verdadero sentido que proporciona su uso correcto, cuyo objetivo principal sería el de impulsar las relaciones que podemos llegar a forjar desde cero.

Si te ha gustado esta entrada, te agradezco que la puedas difundir en tus redes.

Hasta mañana.


2 comentarios:

Carolina dijo...

Hola Miguel Ángel,

a veces esto de las redes sociales no sé si acaba de entenderse bien. Por ejemplo, sobre twitter escribió hace tiempo un social medier de mi tierra, CalvoconBarba. Decía en el blog que tu sigues a alguien en twitter, pero que no entendía que la gente se tomara tan a pecho la reciprocidad y que se molestaban si el seguimiento no era recíproco. Si vemos a una persona que nos parece atractiva no le decimos: "Oye, que me gustas y que me tienes que besar" (este era el ejemplo que él ponía). Twitter no es Facebook, donde la reciprocidad es fundamental.

Acerca de crear relaciones de verdad yo lo veo un poco como en la vida cotidiana, tienes que ser tú el que de el primer paso e intentar relacionarte, y que vean que quieres echar una mano. Como te quedes esperando a que te aborden, no creo yo que llegues a ningún vínculo.

Un saludo

Unknown dijo...

Hola Carolina, gracias por tu comentario. Escribí algo similar en la entrada 'Te sigo para que tú me sigas'. Esas (falsas) estrategias persiguen el conseguir la mayor notoriedad posible gracias al crecimiento de la base de seguidores, sin importar realmente su calidad, sino más bien el interés propio.

En estos casos (muy abundantes) Lo de menos es quién te siga, sino que lo haga. Sin embargo, estos perfiles con 'igual' número de seguidos que de seguidores, a menudo genera sensaciones muy extrañas, muy alejadas de percepciones de valor.