martes, 26 de marzo de 2013

Las urgencias para encontrar empleo nunca son buenas

Cuando alguien pierde su empleo sin haber considerado previamente un plan alternativo, trabajando su marca personal con la suficiente antelación, sufre. Y lo hace porque se trata de una situación absolutamente disruptiva que hace tambalear la situación 'cómoda' que ha tenido hasta el momento (ingresos recurrentes). Ello conlleva la aparición de las prisas, las cuales le impiden pensar con la suficiente claridad, y convirtiendo lo que debería ser una estrategia de búsqueda de empleo, en una acción desesperada e indiscriminada por encontrarlo

Fuente CC: caleidoscópica
Lo veo constantemente a mi alrededor. Sé que es una necesidad y como tal lo entiendo. Sin embargo, ello no quita el hecho de lanzar desde aquí un mensaje basado en el sentido común, para tratar de concienciar y argumentar sobre las ventajas de anticiparse. ¿Qué conllevan las prisas?:

  • Nos acordamos de nuestros contactos cuando ya no queda más remedio, por lo que nos ponemos en contacto con ellos para contarles nuestra situación y pedirles empleo directa o indirectamente. Por tanto, 'corremos el riesgo real de quemarlos'.
  • Podemos transmitir una imagen de desesperación, cuando lo que debe hacer un desempleado es tratar de mantener el control y no perder el 'norte'.
  • Encontrar un empleo en Internet es difícil, por lo que las acciones que buscan (necesitan) un resultado a corto plazo, pierden efectividad. A modo de ejemplo, el envío masivo e indiscriminado de CV's, aunque pueda estar basado en la necesidad del candidato, no suele producir más que un rechazo automático de la candidatura.
  • El perfil profesional que se da de alta en redes no tiene coherencia. Sobre esto hay múltiples ejemplos: CV desactualizado o incompleto, 'titular' ambiguo ('busco empleo'), ...
  • La necesidad de encontrar un empleo rápido nos hace pensar más en recibir que en dar, cuando debería ser al revés.
  • El tiempo corre en nuestra contra, por lo que la bola se hace cada vez mayor.

Entonces, ¿qué podemos hacer AHORA que podemos, para evitar las prisas de última hora?:

  • Nada. Sí, has leído bien, se trata de una opción más; aunque luego no vale lamentarse. Podemos excusarnos con multitud de razones (sí, probablemente sean ciertas): "tengo mucho trabajo", "esto no va conmigo", "mi empresa va bien", "no tengo tiempo", "ya encontraré algo", ... Aunque en cualquier caso, deberíamos mirar un poco más allá y ver lo que realmente nos puede suceder y qué está en juego.
  • Empezar a gestionar seriamente nuestra red de contactos, seleccionando aquellos más valiosos y trabajando una relación basada en la confianza. No esperar a necesitarlos.
  • Empezar a cuidar nuestra imagen de marca. Puedes hacer muchas cosas, aquí tienes algunos canales en los que puedes empezar a trabajar.
  • Plantearnos cuál puede ser nuestro futuro laboral: ¿estamos lo suficientemente preparados?, ¿tiene futuro nuestra actual profesión?, ¿cómo le va a nuestra empresa, cuáles son sus expectativas?, ...
  • Dar el primer paso. Un pequeño paso cada día, y hacerlo constantemente, nos proporcionará resultados cuando más lo necesitemos.

En definitiva, las prisas para encontrar trabajo no son nunca buenas, por lo que la idea es tratar de adelantarse. ¿Por qué no empezar ahora mismo?, ¿hay algo que realmente nos lo impida?.

Hasta mañana.


No hay comentarios: