jueves, 31 de enero de 2013

Si quieres cambiar, déjate de excusas y hazlo ya

En las últimas semanas se han puesto en contacto conmigo varias personas que me dicen que quieren dar un giro a su vida: cambiar de trabajo, encontrar empleo, empezar con un blog para generar oportunidades profesionales en el futuro, ... Veo a todas ellas realmente interesadas en generar un cambio, muchas de ellas incluso en desarrollar su marca personal, pero lo que también percibo es que no acaban de decidirse a empezar. ¿Y por qué?.

Fuente: Antimidia
Porque desde pequeños nos han enseñado a apostar a caballo ganador, a huir como de la peste del fracaso, lo que nos lleva a tener bien atados todos los cabos antes de empezar a realizar ninguna acción. Ya de mayores, antes de pasar a la acción, hacemos estudios de viabilidad, definimos objetivos, planteamos estrategias, diseñamos planes de negocio, analizamos mercados, observamos a la competencia, estudiamos casos de éxito, ... En definitiva, en un mundo tan competitivo en el que es necesario marcar una diferencia, nos aterra el futuro incierto al que podemos llegar si damos ahora un paso.

En definitiva, nos afecta la 'parálisis por análisis', estudiando hasta la saciedad los pormenores de la situación, tratando de garantizar un futuro de éxito sin posibilidad de errores.

Y aquí viene la mala noticia, eso NO es posible. Nadie nos puede ni nos va a garantizar un futuro cierto, porque éste lo construimos únicamente cada uno de nosotros. Y lo hacemos no con nuestras ideas, pensamientos o suposiciones, sino con nuestras acciones. La única forma de cambiar es empezar a hacerlo, dar el primer paso, y luego otro, y luego otro, ... hasta conseguir que lo que ocurra a nuestro alrededor, sea consecuencia de nuestras propias acciones, y no del devenir de las cosas.

Nos asusta tanto el futuro, que no hacemos más que buscarnos excusas para justificar nuestra falta de acción, tratando de buscar fuera lo que realmente tenemos dentro; por tanto, consideramos que de nuestra inacción tiene la culpa el entorno, la crisis, la empresa, los demás, nuestras circunstancias, ...

Es probable que a alguien le vengan bien algunas sugerencias para iniciar el cambio, que yo sigo desde hace tiempo:

  • Dónde quieres llegar, cómo lo vas a hacer y definirte un buen plan, es absolutamente necesario. No obstante, no es necesario que lo tengas todo medido al milímetro para poder empezar. Probablemente en cuanto empieces a 'hacer', irás viendo mucho más claro tu camino.
  • Da pequeños casos. Es la mejor manera para ir ganando en confianza y minimizar posibles riesgos.
  • Reconoce y agradece los avances que vayas haciendo, aunque sean pequeños. Si es positivo, enhorabuena; si es negativo, se trata de una pista fundamental para reorientar lo que estés haciendo. En cualquier caso, te dan información sobre el proceso.
  • Cuando alguien quiere un cambio en su vida, es porque espera tener grandes beneficios (calidad de vida, expectativas económicas, felicidad, reputación, ...). Si es así, ¿por qué pensar más en el posible fracaso, que en la posibilidad de una mejor vida?. Enfócate en tu sueño.
  • La constancia es fundamental. Más vale pequeños pasos habituales, que grandes pasos inconstantes.
  • Busca motivación. Con ello podrás seguir y no abandonar. Aunque tu fortaleza y convicción es fundamental, tu entorno (amistades, familia, colegas de profesión, ...) te dará grandes posibilidades para motivarte. Seguro que hay otras muchas personas que se encuentran en el mismo camino que tú.
  • El camino que recorres te irá diciendo si tiene sentido o no lo que haces. Llegarán momentos donde te plantearás si seguir o no; en cualquier caso, abandonar no es de cobardes.
  • Cuanto antes empieces, mejor. Cada día que pasas pensando, generas nuevos pensamientos que te hacen estar más parado.
  • Tendrás errores. No pasa nada, es lógico, a todo el mundo nos ocurre. Piensa que 'gracias' al error aprenderás. En todo caso, trata de tenerlo controlado.
  • Mide el proceso, síguelo. Tu referencia es tu punto de partida; a partir de aquí compara la nueva situación con la inicial. Los avances te darán nuevas 'alas'.
  • Sé realista, quizá algunos cambios no sean posibles, eso lo tendrás que decidir tú.

En cualquier caso, siempre he pensado que prefiero equivocarme por algo que he hecho, que arrepentirme por no haber tomado la decisión de hacerlo.

Hasta mañana.


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