No sólo es posible, sino que además es un movimiento necesario el que los portales de empleo tradicionales deben hacer si no quieren tener un futuro en el que su modelo de negocio basado exclusivamente en la oferta y el CV, siga teniendo un uso tendente a la baja. Recientemente un portal de empleo se ha puesto en contacto conmigo para que les ayudase a contrastar sus ideas para realizar algún posible cambio hacia lo social.
Fuente CC: luis vilanova |
Los portales de empleo tuvieron un momento de auge indudable, gracias a que aportaron en el momento preciso, una gran dinamicidad a los procesos de selección y reclutamiento, mediante la aportación de plataformas on-line que facilitaron el trabajo tanto a la oferta como a la demanda. Reclutadores y candidatos encontraron en esos sites on-line una ayuda indispensable para mejorar drásticamente tanto los procesos de búsqueda de empleo como de captación de talento. Su llegada supuso la progresiva desaparición de los medios tradicionales que se vinieron usando anteriormente (especialmente prensa).
La aparición de las primeras redes sociales y profesionales no supusieron una amenaza en un principio, aunque poco a poco empezaron a aparecer nuevas necesidades 'sociales' tanto en candidatos como en reclutadores, que empezaron a ver tímidamente a esas redes como una alternativa complementaria que podía ofrecer cierto valor. Sin embargo, esta complementariedad ha ido desembocando en una tendencia cada vez más acusada por parte de empresas y candidatos a usar más frecuentemente aquellas redes sociales que les permiten optar a mayores posibilidades de encontrar un empleo.
Porque hay una cosa clara, y es que de lo que se trata fundamentalmente es del posicionamiento que tienen tanto portales como redes sociales en la mente de sus usuarios. El 'core' de los portales ha sido el de facilitar la transacción entre el que busca empleo y el que lo ofrece. Una vez realizada esa transacción, el candidato que ha obtenido trabajo no vuelve a necesitar los servicios del portal, hasta el momento en el que nuevamente desea encontrar otro empleo. Y entre una situación y otra pueden pasar años (lo cual afecta negativamente a los KPI de la compañía, que muestran en algunos casos altibajos en el uso del site, condicionados a menudo por la estacionalidad del empleo)... Por tanto, el usuario tipo en esos portales de empleo es el candidato activo. El pasivo, es decir, aquel que está actualmente trabajando y lo suficientemente a gusto como para no buscar proactivamente empleo, seguramente tendrá su CV en la base de datos del site, pero lo más probable es que esté desactualizado, lo que origina un perfil incompleto para las empresas, y por lo tanto carente de validez en muchos casos.
En cambio, una red social / profesional no se basa en elementos temporales y puntuales como puede ser una oferta, un CV o incluso una transacción puntual. Su modelo se ha cimentado desde el principio en lo social, donde las relaciones se convierten en el mecanismo clave de su éxito actual. Son esas relaciones las que permiten que reclutador y candidato puedan ponerse en contacto y convertir su interacción en una fuente de conocimiento mutuo, lo que realmente mejora no sólo la visibilidad y la promoción de las capacidades del candidato, sino también la captación de talento por parte de las compañías.
Mañana continuaré con esta entrada, la divido en dos para poder hacer más cómoda su lectura.
Hasta mañana.
2 comentarios:
El concepto de portal de empleo, esta muerto. Fundamentalmente porque parte de una serie de premisas que hoy están desfasadas.
a) Información subjetiva, la ficha del candidato es como una ficha de riesgos, redactada por el propio interesado.
b) El trabajador en el siglo 21, deja de ser demandante de empleo, para ser oferente de trabajo. Esto es, las ofertas de empleo dejaran de ser el punto de partida, ahora lo comienza a ser las competencias de los candidatos.
c) Una oferta 1.000 CV es una forma de incrementar los costes del proceso y su ineficiencia de forma singular. Las balas que se disparan en estos procesos (CVs) son gratuitas, lo que supone trasladar a las empresas todo el coste. Hoy imposible.
Hola Alberto, gracias por tu comentario y bienvenido al blog. Bueno, yo no diría que se trata de un concepto ya 'muerto', más bien en declive, siempre y cuando sigan manteniendo su modelo actual.
Somos algunos los que mantenemos ciertas dudas sobre el futuro de pago de las ofertas. Hasta ahora se han venido pagando porque las plataformas electrónicas (sites de empleo on-line) ofrecían una gran base de datos de candidatos en disposición (bueno, sólo aquellos activos) de trabajar. Y eso permitía (y sigue permitiendo) una gran efectividad y rapidez en el proceso de selección y reclutamiento.
Creo que seguirán teniendo un papel muy importante durante aún mucho tiempo. Ten en cuenta que habitualmente han estado asociados a perfiles de una menor cualificación (los más elevados van generalmente a través de otros canales -headhunters, consultoras, ...-), y aquellos precisan de un sistema rápido que les permita conocer las ofertas y poder inscribirse a ellas.
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