jueves, 9 de enero de 2014

La tecnología al servicio del empleo

La tecnología, ya desde hace algunos años, se ha puesto definitivamente al servicio del proceso de reclutamiento y de la búsqueda de empleo, eso ya nadie lo duda. Sin embargo, a veces me da la sensación de que tanto candidatos como reclutadores vuelcan sus esfuerzos completamente en el uso intensivo de esas tecnologías disponibles, olvidándose de que son 'simplemente' mecanismos que pueden facilitar su labor, pero que en ningún caso suponen una solución en sí mismas.

La tecnología al servicio del empleo

Porque la tecnología, de por sí sola, no consigue absolutamente nada sin la intervención humana, y sin que ella pueda aplicar inteligencia selectiva al proceso. Esa tecnología puede buscar, rastrear, analizar cantidades ingentes de datos, utilizar técnicas de inteligencia artificial para filtrar los CV's más apropiados según unos criterios previamente definidos, ...; en definitiva, ayuda a agilizar procesos que antes eran inimaginables, o que en cualquier caso suponían realizar un esfuerzo notable mediante prácticas casi 'artesanales'.

Ahora bien, esa tecnología que ha evolucionado notablemente, desde aquellos primeros medios impresos repletos de ofertas de empleo, hasta las actuales redes profesionales y herramientas diversas, que hacen 'tan eficiente' todo el proceso, tanto desde el punto de vista de la empresa como del candidato en búsqueda de empleo. Aunque esta realidad, que resulta tan obvia, ¿significa que es más fácil para el candidato encontrar un empleo?, ¿que la tecnología facilita (realmente) las relaciones entre empresa y candidato?, ¿que el talento ahora es mucho más sencillo de localizar que antes?, ¿que la persona ahora adquiere un papel mucho más relevante de lo que tuvo en el pasado?, ...

Yo no estoy tan seguro sobre esta cuestión. La tecnología se ha implantado definitivamente, y nadie cuestiona que se ha convertido en una herramienta imprescindible al servicio del empleo. Sin embargo, debería ser un mecanismo eficiente, no sólo para procesar un gran volumen de datos (candidatos, ofertas, CV's, ...), sino especialmente para acabar de poner de una vez por todas a la persona en el centro del proceso. De hecho, ya no debería hablarse tanto de proceso, sino de personas que se ponen en contacto con otras personas para satisfacer intereses mutuos, basados en la ganancia en dos sentidos. Uno desea encontrar el mejor trabajo disponible, mientras que las organizaciones necesitan incorporar el mejor talento que pueda encontrar.

Por tanto, a menudo pienso que la tecnología se plantea como un fin, y no como un medio para establecer relaciones de confianza entre ambas partes que permitan el encuentro de necesidades.

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Hasta mañana.

Fuente imagen CC: Nacho


1 comentario:

Hernan Pizarro Fernandez dijo...

Miguel Ángel;
Esto es otro refejo de que, no pocas veces, se confunde el medio con el fin.
Tengo la percepción que es por una falta de conocimientos específicos. Es más evidente en los temas de Atención al Cliente.
Las redes y/o sistemas son un medio... para comunicarse.